Parte 3:
Cuando aleje
la olla de ella, la bruja me gruñó.
—¡D-Devuélvemelo! ¡Es mi cena!
—¡No! ¡Es mi cena! ¡Mía!
—¡Tú tiraste mi sopa antes!
¡¿Verdad?! ¡Darme tu comida como compensación es lo más noble que puedes
hacer!
—¡No hay nada noble en ayudar a una
bruja!
—¡Entonces bien! ¡Si no me la vas a
dar… tendré que usar un hechizo!
No respondí
a aquella amenaza. Es cierto, mi
oponente es una bruja, después de todo. No debería de haber protegido la
comida, ¡Tendría que haber intentado huir con la espada preparada para pelear!
—Escucha atentamente. Si no me das la sopa, provocare hambruna en el
norte, plagas en el sur, epidemias en el oeste y muerte en todos los campos de
cultivo en el este. ¡El mundo será destruido a no ser que me entregues la olla
en este instante!
Menuda
bruja.
Pero, por
alguna razón, yo no estaba asustado.
Estaba
acostumbrado a la malicia, la sed de sangre y las malas intenciones, y era
capaz de notar inmediatamente si estaban dirigidas hacia mí. Así que si yo no reconocía conscientemente el
peligro, aun sería capaz de usar mi espada para defenderme. Como no estaba
asustado en lo más mínimo, supuse que aquella bruja era solo palabras y pocas
acciones.
Dejé a un
lado mis preocupaciones.
—Haz lo que quieras.
Elegí la
comida antes que el mundo. Mientras no me pasara nada, no me importaba el
mundo, al igual que si yo muriese, a nadie le importaría. Le arrebate a la
bruja el cucharon de su estupefacta mano y avariciosamente empecé a engullir la
sopa.
—¡Waah! ¡Waah! ¿A-Acaso sabes lo que
estás diciendo? ¡Incluso un demonio se tomaría esto más en serio! ¡¡Hey!! ¡No
te la bebas toda!
—¡Deja de molestar, te estas poniendo
muy ruidosa!
Después de
sacudir a la bruja de mi espalda, se desplomó en el suelo. Un silencio
antinatural inundo el lugar y dejé de sorber mi sopa para mirarla.
Era extraño,
cómo ella yacía en el suelo sin mover ni siquiera un pelo.
¿Y si está muerta? Sería genial si realmente estuviera
muerta, pero aun así, me sentí mal por ella.
—… ¿Hola? — Tímidamente la llame.
—...Yo también.
Una voz
apagada respondió. Así que aún estaba viva. No sólo estaba viva, sino que un aura
ominosa y sobrenatural emanaba de su cuerpo.
¿Puede que la haya pifiado?
No sentía
ninguna señal de peligro, pero me encontraba junto a una bruja. Y no sabía lo
que sería capaz de hacer si la enfadaba. Me estremecí y me preparé–
—Yo también quería un poco…
Sentí como
la adrenalina abandonaba mi cuerpo.
Era más una
voz de súplica que de ira.
¿Qué pasa con esto? ¿Por qué suena
como si la maltratasen? En combinación con sus ropas harapientas, parecía lamentable. ¿Yo soy el malo aquí?
—Estoy muy hambrienta… Trabaje todo
el día en cocinar aquella sopa… Yo… Estaba esperando tanto para probarla...
Incluso me desperté al amanecer para empezar a cocinar...
La bruja
gimió y golpeo contra el suelo.
Me sentí
culpable cuando dijo eso. De verdad que me sentía mal por fastidiar todo su
esfuerzo y dedicación.
En ese
momento estaba siendo perseguido por una bruja, pero eso no era motivo para
estropear su cena. Sin embargo, ella me había salvado. Si no le daba un cuenco
de sopa a cambio, entonces no sería mejor que un animal salvaje.
—La sopa que hiciste estaba
deliciosa… Yo también quiero un poco…
Chasquee la
lengua, llene un plato de sopa y se lo tendí a la bruja. Yo había perdido.
Aunque su
rostro estaba oculto por la capucha, su expresión cambió a una de alegría cuando
lo entendió, y rápidamente me arrebató el tazón de las manos y sorbió la sopa
directamente del tazón.
—Si tan sólo hubieras hecho esto
desde el principio en lugar de darte aires. [Nota Hermit: Ya
volvió la tsundere :V]
Y ya volvió
con esa actitud. Esto era por lo que no me gustaban las llamadas mujeres hermosas. Y que además fuesen
brujas era peor.
La bruja
terminó la sopa en un tiempo récord, e incluso escogió los restos de carne seca
en el fondo del tazón. Me tendió el plato con una actitud que dejó claro que no
esperaba ser rechazada, ni siquiera un poco.
—Más.
Que sin
vergüenza. Fruncí el ceño, estaba claro que no le serviría un segundo plato.
—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Qué quieres de mí?
—Realmente quisiera decírtelo, pero con el estómago vacío no tengo fuerzas suficientes para hacerlo.
—¿Qué estás haciendo aquí? ¿Qué quieres de mí?
—Realmente quisiera decírtelo, pero con el estómago vacío no tengo fuerzas suficientes para hacerlo.
¿Cómo podía ser tan impertinente? Sin embargo, aunque la intimidase con la mirada, no reaccionaria ni un poco.
Puesto que
la bruja no tenía ninguna intención de atacar, y por alguna razón, no llevo a
cabo ninguna de sus amenazas, ella tendría que escucharme. El único problema
era que ella podría ofenderse por mis peticiones.
—Si me respondes, te daré otro
tazón.
La bruja
miró hacia atrás y hacia delante entre el tazón vacío y yo, y de repente empujó
el cuenco hacia mí, como para decir, ‘voy
a hablar, así que entrega la sopa’. Ella entonces comenzó a hablar con un
tono desanimado.
—Estoy en un viaje para encontrar a
un hombre llamado Trece[1].
Trece no es un nombre, es un
número.
Quería
interrumpirla, pero me contuve. Después de todo, la otra parte era una bruja.
No podía fiarme del sentido común a la hora de tratar con ellas.
—Trece era nuestro compañero.
Nosotros estudiábamos hechicería juntos en el bosque de luna curvada, y él tuvo
que marcharse para ocuparse de un problema. No recibimos ninguna noticia suya
desde entonces, así que no tuvimos más elección que seguir su rastro de magia,
que terminaba aquí.
El bosque de la
luna curvada se encontraba en el borde del continente, también es conocido
como el bosque sin rey. Ningún reino
quería gobernar esa región, ya que tiene un fuerte vínculo con las brujas, por
ello se volvió un terreno baldío. Supuestamente, la iglesia había organizado
cazas de brujas en esa zona un sin número de veces, pero... en un lugar donde
las brujas vagaban libremente por la tierra, los escuadrones de caza se habían vuelto
inservibles.
—Hay caza de brujas en este país, ¿No
es así?
—Las hay en todas partes.
La expresión
de la bruja se ensombreció, y empezó a vociferar.
—Las cacerías son mucho más agresivas
aquí. En tres ocasiones estuve a punto de ser quemada en una hoguera solo por
dar un paseo.
Asentí. Ese
era el problema que enfrentaba actualmente el reino de Vanias. Un problema que
trataban de resolver contratando a mercenarios y caídos– el problema de las
brujas.
—Hay una rebelión de brujas en este
momento, por supuesto que la caza de brujas aquí sería más severa que otros
lugares.
—¿Una rebelión de brujas?
Pidiendo una
aclaración, la bruja parpadeo.
—¿No es la época incorrecta para
eso?
¿No deberías apoyarlos ya que
también eres una bruja? Me parecía que esta bruja era muy diferente de las otras.
Bueno, es
cierto que no era el momento para una rebelión. Las rebeliones a gran escala de
las brujas eran inauditas fuera de los cuentos populares.
—Yo también lo creo, por eso no hice
caso a nada de lo que escuchaba… hasta que aquella bruja me persiguió por el
bosque. Era fácil averiguar qué había algo detrás de eso, porque las brujas no
suelen atacar a los viajeros.
La forma en
que otros países perseguían a las brujas hacía parecer que estaban buscando a
sobrevivientes.
Se decía
que, hace quinientos años, hubo un gran conflicto entre las brujas y la
iglesia. Las brujas perdieron y se vieron obligadas a esconderse. Ahora eran vistas
como seres malignos, y el mundo buscaba erradicarlas.
Pero– ya han
pasado quinientos años. Ellos debían de estar hartos.
Por
supuesto, era correcto que la iglesia y el gobierno cazaran brujas que estaban
causando calamidades de un lado a otro, pero no lo era que persiguiesen a
aquellas que estaban contentas de vivir sus vidas en paz. En cuanto a la
iglesia, las cacerías de brujas, desde su perspectiva, eran simplemente una
manera de demostrar su fuerza y autoridad. Si el mal no existiera, tampoco lo sería
el concepto de justicia. Si el concepto de justicia no existiera, entonces
nadie creería en Dios. Por esta razón, la iglesia decidió hacer de las brujas
símbolos del mal.
Si una
nación solicitaba su ayuda, los caballeros de la iglesia se movilizarían… por
una exorbitada “donación”.
Puesto que
Vanias no buscó la ayuda de los caballeros esta vez, la iglesia simplemente
estaba observando al margen. Esta situación era conveniente para las brujas de
Vanias, que actuaban como querían mientras el reino intentaba desesperadamente
reprimirlas.
—En realidad, desde que llegué a
Vanias, he estado escuchando muchos rumores sobre peleas de brujas. Al parecer,
no es raro ver a brujas tomando aldeas y esclavizando a todos los aldeanos,
pero supongo que es posible que brujas como esas se estén aprovechando de la
revolución. Tú finges que no sabes lo que está pasando, pero en realidad estás
aquí para ayudar a las brujas, ¿no?
La bruja
tembló y se puso pálida.
—¡No quiero hacer algo tan
molesto! Si la rebelión tiene éxito entonces el país necesitaría un gobernante,
¿verdad? No quiero esa responsabilidad. El único país que yo consideraría
gobernar sería uno oscuro, pequeño y lleno de arañas.
Esa clase de país no existe. Me la imaginé siendo arrastrada por
las arañas, y de inmediato me arrepentí. Mi cena no parecía tan apetito– ¿Huh? La
olla había desaparecido.
Me di cuenta
de que ya no estaba la olla, e inmediatamente me volví para mirar a la bruja.
De alguna manera, había logrado robarla y bebía apresuradamente la sopa.
—Tú…
¿Cuándo– cómo lo hiciste?
—Soy una
bruja, mercenario. Como tenías la guardia baja, podría haberte quitado
fácilmente toda la piel. La suerte no te servirá si no prestas atención, al
igual que esta sopa es ahora mía.
—¿P-Por qué tú, novata
extranjera? ¡No me sermonees!
Solté un
pequeño gruñido, pero ahora el puchero estaba en su poder y no había forma de
recuperarlo. Sin otras alternativas, lamí la sopa que quedaba en el plato que
estaba sujetando.
—¿Entonces? ¿Qué asuntos tienes
aquí?
—Estoy buscando un libro que unos
bandidos me robaron. Eso es lo que Trece trata de encontrar.
—¿Un libro?
—Es el único libro de su clase. Si se
usara para el mal, podrían surgir algunos problemas.
—¿Cómo qué?
La bruja
dejó de comer. Habló con una voz suave.
Como una
indicación.
—El fin del mundo.
—… ¿Qué pasa con el mundo?
—He dicho el fin del mundo.
Bostece.
—Eso es increíble. Estoy muy
asustado. Estoy tan asustado que podría ponerme a llorar en estos momentos.
—Aunque no me creas, ¿Podrías tratar
de ser civilizado? Me siento insultada.
—No soy lo suficientemente estúpido
como para creerme, que un simple libro podría acabar con el mundo entero.
—¿Un… simple libro?... No te engañes.
Una sola página de ese libro sería más que suficiente.
Su voz era
tan desanimada como la de un demonio, pero no exageradamente tenebrosa. Era
como si estuviera simplemente diciendo un hecho. Su tono emitía un cierto grado
de realismo, de forma que no pude evitar dejar mi incredulidad.
Pragmáticamente
hablando, el mundo estaba bien a pesar del robo del libro. No sabía exactamente
cuándo había sido robado, pero por la forma en que la bruja hablaba, podía
decir que ese tal Trece, había estado ausente durante mucho tiempo.
Si este
libro realmente podía ser usado para producir el día del juicio final, entonces
ya debería de haber ocurrido.
—Bueno, suponiendo que todo lo que me
has dicho hasta ahora es cierto, todavía, ¿Qué tengo yo que ver al respecto? Te
pregunto qué es lo que quieres de mí, pero aun no me has dado ninguna respuesta
directa.”
—¿Qué? ¿Todavía no lo entiendes?
—Lo siento, pero no soy tan listo.
—Entonces para resumir las cosas.
Tengo que recuperar de unos ladrones un libro que actualmente se encuentra en
alguna parte de este país. Pero no puedo caminar solo por este lugar. Soy una
bruja después de todo. Además, huir se vuelve bastante cansado después de un
tiempo.”
—Así que… La bruja me miró. Por fin me di
cuenta de adonde trataba de llegar…
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1.- Pone
treceavo, pero me gusto como lo pusieron en el manga, así que lo dejare como
Trece. Si es necesario posteriormente se cambiara
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