Capítulo 3: Los niños son el enemigo

Me desperté de golpe y descubrí que ya era de día.
Era genial que emprendiera un viaje para estar junto a madre, pero yo todavía era demasiado joven en esta vida. Mi cuerpo no se movía como yo quería, y cada cien metros de estar caminando me cansaba y me quedaba dormida.
Los niños a veces juegan como locos y de repente se duermen como si sus baterías se agotaran, pero mi situación era exactamente así. Aunque, como una persona adulta en el interior, estoy un poco avergonzada por esto.
Me sacudí para quitarme la nieve que se me había acumulado encima mientras estaba durmiendo. Las capas de nieve eran pesadas.
Y después renové mi determinación, decidí que hoy definitivamente llegaría a la base de la montaña.
A pesar de haber dicho eso, la distancia que alcanzaba con cada paso era terriblemente corta.
Incluso cuando corría hasta que jadear *wafuwafu*, mi progreso era insignificante. ¿Puedo llorar ya?
Después de todo, el paisaje ha sido completamente blanco todo el tiempo, y lejos de llegar a la capital, ni siquiera dejaré esta montaña a este ritmo. Tengo que correr más frenéticamente.
*Wafu wafu*
*Wafu wafu*
Esta soy yo siendo frenética. Estoy dando lo mejor de mí.
Pero debido a mi apariencia, un efecto de sonido despreocupado me acompaña sin importar lo que haga.
*Wafu wafu*
⧫⧫⧫
Ha pasado un año desde que nací. ¿Alguna vez me había dado cuenta de lo cortas que son mis extremidades?
Quince días.
El tiempo que tardé en descender la montaña y abandonar el bosque circundante fue de un total de quince días.
…Esa era la mitad de tiempo del viaje de madre.
Por ahora dejé el bosque y estaba caminando a lo largo de un pequeño sendero que conduce a una ciudad humana. Mi ánimo era muy inferior al que tenía cuando salí de casa de forma triunfante.
La única cosa buena era que los músculos no me dolían, a pesar de lo mucho que corrí. Me fatigaba todos los días, pero me recuperaba tras una noche de sueño.
Incluso ahora mismo, solo estaba cansada por la carrera que había hecho hoy. ¿Tengo semejante resistencia por ser un espíritu?
Según madre, la montaña donde vivimos está en la parte más al norte del reino, mientras que la capital está en el centro. Incluso durante el invierno, no hay mucha nieve allí, y es un lugar relativamente más cálido.
Pero justo ahora sigo en medio de una pradera nevada. Si tan solo he llegado tan lejos en quince días, puede que sea imposible llegar a la capital.
Aunque cada vez estaba más y más cerca de rendirme, seguí cami-nando. Y mientras avanzaba, finalmente llegué a una bifurcación en el camino.
A la derecha se extendía una ciudad humana. Esta era la primera vez que bajaba la montaña y llegaba a un asentamiento humano, así que estaba mirando la ciudad con gran interés.
El lugar daba una atmosfera como la de la Europa antigua, y el paisaje urbano estaba construido con un estilo occidental. Escuché que la ciudad era enorme, y que también estaba muy poblada, pero hacía frio y había mucha nieve por todas partes, por lo que me dio una sensa-ción de paz y tranquilidad. Todos los habitantes estarían seguramente refugiados en sus cálidos hogares.
Después de echarle un vistazo a la ciudad, esta vez, miré hacia el sendero de la izquierda.
Había alguna clase de edificio descomunal, pero como era aburrido y sin ningún tipo de decoración, me imaginé que sería una instalación militar como una base, una fortaleza o algún tipo de fuerte.
¿Este país también tiene un ejército? Me pregunto si son caballeros como en las historias de fantasía.
Me quedé inmóvil en la bifurcación, sin saber qué dirección tomar.
Dos niños pequeños se acercaban desde la ciudad, y cuando me vieron, comenzaron a correr de esta forma:
— ¡Wanwa!
¡¿Quién es "Wanwa"?! Que grosero.
—Wanwa, wanwa.
Justo cuando había confirmado que una niña y un niño corrían hacia mí, en un instante, *gyuuu*, me abrazaron sin vacilar.
Ugwohh… Os lo pido, por favor sed un poco más gentiles. Pensé varias cosas que se supone que no deberían salir de mi boca.
— ¡Wanwa!
Lo pillo. Wanwa lo pilla.
Con sus rostros occidentales, los dos niños eran tan lindos como los ángeles, pero eran bastante fuertes. Tiraron de mi pelaje y tiraron de mi cola, y no pude evitar soltar patéticos ruidos *kyunkyun*.
¿Pierdo incluso contra los niños?
Pero no era como si estos niños me hiriesen a propósito, así que no podía morderles para resistirme.
Owowowowowo.
Mientras hacía muecas en medio de este campo de batalla, para mí esto era fácil un campo de batalla, justo cuando me preguntaba cómo escapar, apareció un salvador con una sincronización maravilloso.
—Alt, Mine, ¿dóoonde estáaais?
La voz de una mujer provenía de la dirección de la ciudad, probablemente pertenecía a su madre. Los niños se volvieron de inmediato y relajaron sus manos.
Reacia a desaprovechar esta oportunidad, inmediatamente huí. Exactamente en sentido opuesto a la de los niños.
Como una bala blanca, me deslice entre la nieve.
…Lo siento por mentir. La verdad es que simplemente me tambaleé y me desplomé.
Después de esconderme en un arbusto, di la vuelta para echar un vistazo y descubrí que la madre finalmente había llegado, ya que los niños me miraban con desilusión.
—Hora de ir a casa.
Con sus hijos de la mano, la madre se los llevó de vuelta a su casa.
Aahh, que encantador. También echo de menos a madre.
¿Quién podría adivinar que este zorro mimado era en realidad casi un adulto en su vida anterior? Creo que mi mente realmente está siendo arrastrada a la edad de mi cuerpo después de todo.
Estaba un poco más equilibrada en mi vida pasada... o al menos, debería de haberlo sido...
Ahora era momento para dejar el arbusto.
Al salir, comencé a pensar.
Esos niños siguen en la ciudad, y por eso realmente no quiero ir allí. A partir de ahora, tengo que estar alerta de cualquier niño que se me acerque con una sonrisa. Los niños son adorables, inocentes y criaturas terroríficas.
Al no seguir teniendo la opción de ir a la ciudad, marché por el camino de la izquierda.
Caminé hasta la amenazante fortaleza y busqué una entrada que pudiera usar para entrar. Este lugar es probablemente una división de los caballeros o militares de este país o lo que sea. Estoy segura de que aquí habrá montones de personas que conozcan el camino a la capital.
Aunque el problema es que todo lo que puedo decir es un patético *kyunkyun*, no sé cómo se supone que les pregunte.
Peeero bueno, todo en esta vida empieza intentándolo.
Por ahora iba a entrar, así que me deslicé por una grieta en la valla circundante.

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