Capítulo 3: El culto de Zero.



Capítulo3: El culto de Zero.
Parte 3:
Ah, así que se aplica para ambos sexos. Solté un suspiro.
— ¿Ocurre algo, mercenario? ¿Es posible que estés celoso?
—No te halagues a ti misma. Solo sentí como si tuviera ganas de vomitar, por lo cariñosa que sonabas.
Mientras lamía la punta de mi nariz, los hombros de Zero se estremecieron de risa.
—Si escuchabas cariño en mis palabras, estoy segura de que tienes celos. Simplemente estaba hablando de él como un hombre digno de ser mi compañero de trabajo.
—Tu definición de “compañero de trabajo” probablemente no sea el mismo que el mío, ya que soy un mercenario.
—Entonces no debería ser ninguna sorpresa que trabajar con él tan de cerca haya tentado mis fantasía. Trece es un experto hechicero. Astuto y tortuoso, él es de hecho un hechicero travieso.
—Empiezo a ver que eres muy malvada.
—No soy comparable a él. Lo entenderás cuando lo conozcas, incluso yo palidecería ante él.
— ¿De verdad puedes confiar en alguien así…?
—Me es difícil contestar a eso. Es un gran hechicero, pero es la encarnación del utilitarismo[1] y el egoísmo. Uno podría llamarlo demoniaco.
Inesperadamente, la voz de Zero se llenó de ternura mientras hablaba de Trece.
—Déjame hacer una pregunta para aclararme… cuando dices “compañero de trabajo”, ¿Qué significa? ¿Te refieres a vivir juntos? Mencionaste algo sobre eso en alguna cueva.
—Cierto. El estudio de la hechicería, mercenario, es fundamentalmente molesto. Compartir conocimientos es mutuamente beneficioso para su investigación, por lo que hay muchas brujas que viven juntas en sus escondites. Nosotros hacemos lo mismo. Trece y yo éramos un par constante: Teníamos debates, investigábamos juntos, incluso nos enfrentábamos uno contra el otro.
Al final, no era mero afecto, ¿verdad? Con la esperanza de cambiar el tema de Trece a otra cosa, seguí adelante.
— ¿Qué hacéis para estudiar?
—Bueno, para aprender a convocar a los demonios leemos libros, aprendemos, estudiamos y experimentamos repetidamente.
—Que estudioso…
—Sí, las brujas son estudiantes. La hechicería es una ciencia al fin y al cabo, y las ciencias requieren de su tiempo para aprenderlas. También se necesita un gran trabajo para aplicar la brujería aprendida. Hay ciertos casos en que los rituales necesitan más de un año. Eso es por lo que las brujas no prosperan y su expansión está estancada. Un motivo de porque, en la guerra de hace quinientos años, venció la iglesia.
—Pero ahora tenéis la magia.  ¿No podéis ganar ahora? Contra la iglesia, me refiero.
— ¿Hm? –Zero hizo un gesto de duda.
—Ah, eso sería posible… es un tema tan problemático que nunca había pensado en ello...
Entonces, el ruido de las ruedas de un carro tirado por caballos se acercó a nosotros, dirigí a Zero fuera de la trayectoria, hacia el borde del camino. El carro cargado de equipaje pasó a nuestro lado, luego empezó a frenar hasta llegar a una velocidad que podíamos igualar con nuestro paso. Cuando lo alcanzamos, encontré un simpático comerciante de mediana edad que me sonreía desde el asiento del conductor. Era la primera vez que lo experimentaba.
—Ah, como me imaginaba. Mozo, eres un caído, ¿no es así? Estás aquí para ayudar con las cacerías de brujas, ¿eh? Muchas gracias. Tal y como están las cosas ahora mismo, no importa a dónde vaya, siempre estoy temblando de miedo, preguntándome si las brujas atacaran.
—Hace algún tiempo. –Continúo el mercader. —Nos llevábamos bien con las brujas. Escuche que por lo época en la que yo nací, mi abuelo acudió a Solena por medicinas. Al parecer, sufría una gran fiebre. Es como un cuento de hadas que realmente sucedieran cosas como esas.
—¿… No quemaron a esa bruja en la estaca, por causar una epidemia?
Al oír eso, el comerciante frunció el ceño. Albus también, se acercó una vez que se dio cuenta de lo que estaba pasando. Mantuvo las distancias, pero se acercó lo suficiente como para poder oír la conversación.
De pronto, tuve una idea. Según Albus, Solena usaba la brujería para proteger a su pueblo de las plagas. Si eso era cierto…
—Hey… ¿No es posible que Solena utilizase la brujería para contrarrestar la plaga?
Los ojos del comerciante se abrieron de par en par. Luego arrugó la frente y lentamente sacudió la cabeza.
—Así es. Er, era, pero... ya no.
— ¿Qué quieres decir?
—Nadie pensaría mal de mí sí me meto en una pelea, ¿verdad? Antes de la ‘Rebelión de la Venganza’, había muchos que criticaban a los que mataron a Solena. Decían que no era posible que Solena quisiera hacerle mal a nadie. Pero después de que el pueblo fue completamente quemado, todo el mundo comenzó a apoyar la caza de brujas, yo incluido.
Parecía exhausto, el comerciante rebuscó entre la carga en el asiento del conductor y me arrojó un poco de fruta, que aterrizó con un *plop*.
El comerciante dijo que estaban maduros y no podían venderse. Justo como él dijo, la fruta estaba llena de manchas marrones y soltaba un olor asquerosamente dulce.
—Pero, todo el mundo está bastante cansado de todo. No queremos que continúe, pero tampoco queremos perder. Por eso lo espero.
Dejando allí su sentencia, el comerciante volvió a acelerar. El carro salió fuera de nuestro alcance antes de que pudiera decir "ah", pero Albus mantuvo su mirada en la parte trasera del carro hasta que era imposible verlo a simple viste.

Debido a la lluvia, nos vimos obligados a pasar una noche en una casa abandonada. Nos detuvimos en la primera casa que vimos en un camino cercano a la carretera principal, y descubrimos que estaba vacío, lo que significaba no tener que pedir prestado el granero para pasar la noche.
Encendiendo un fuego en la estufa, comencé a hacer una simple comida de avena hervida en agua salada. Normalmente tomaría tiempo hacer un fuego en la estufa, pero con la magia de Zero, la estufa se encendió increíblemente rápido. La magia sí que era muy conveniente.
—Oye, ¿no puedo usar eso? “Leks”, creo que sí.
— Eso sería imposible. Incluso si intentas recitar el hechizo, dudo que suceda algo.
Dicho eso, el no tener talento con el libro de la caza me deprimió ligeramente. Si pudiera encender fuegos sin un pedernal, podría mantener el interés en la espantosa magia empleada por las brujas.
—De todas formas, ¿Qué determina que tengas talento en la magia?
—Cuanto karma hayas acumulado, podría decir. Tu fortaleza mental, la personalidad, cosas como esas. Ya he explicado que el grimorio está compuesto de cuatro libros, alguien puede ser talentoso en algunos, pero inepto en otros. Por ejemplo, a cambio de su completa ineptitud en el Libro de Salvaguardia, Trece es antinaturalmente hábil en el Libro de Captura.
— ¿Qué tratas de decir?
—Es más que nada por su obsesión con las cosas materiales. Una vez que obtenga algo, nunca lo soltara.
—Hey, ¿ese hombre está realmente bien? ¿En serio que puedes depender en alguien como él?
Sabía que no podía ocultar mi preocupación. Zero respondió a la ligera con "Me pregunto", y rió.
— ¿Quieres intentar alguna otra magia de algún libro diferente? El Libro de la Caza esta fuera de discusión, pero otros libros como el Libro de la Captura podría demostrar ser útil. Es el más eficaz para capturar las presas vivas. También puedes coger muchos, muchos peces.
—Me detendré aquí. Si descubro que no tengo talento en ninguno de los libros, tendré una herida en mi orgullo.
—Aunque no tengas talento, si practicas por diez años, serias capaz de realizar magia de bajo nivel. Puedo asignarte estudios también. Eso me daría una excusa para quedarme contigo para siempre.
Casi vuelco la olla. ¿De qué iba esta mujer de repente? La miré, ligeramente sorprendida, pero no parecía como si estuviera bromeando.
—Hey… si dices cosas como esas, me harás pensar que quieres seguir a mi lado para siempre.
— ¿Por qué estás tan sorprendido? Seguramente eso fue lo que dije. Es agradable estar contigo.
Menos mal que estaba recubierto de pelo. Estaría completamente colorado si no fuera así. Una frase como esa, dicha por una bruja con una personalidad como la suya, me hizo sonrojar.
— ¿Ocurre algo, mercenario?
— ¡No pasa nada! ¡Como sea, no me interesa la magia!
Gritando, empuje a Zero a una esquina de la habitación y me concentre en preparar la cena.

Pasamos un buen rato después de que termináramos de cenar. Corté la fruta del comerciante a la mitad con un cuchillo, metiéndome la mitad en la boca y arrojando la otra porción a Zero, que felizmente la metió en la suya.
Albus dijo que necesitaba algo de “aire fresco”, y se aventuró afuera en el aguacero nocturno.
Podía notar que le resultaba desagradable estar en el mismo lugar que yo. Vi que no podía soportar los insultos de Solena, y siempre me ha estado mirando, así que parece que está vigilando.
—Siendo sinceros, ¿Tú qué piensas? ¿Crees que Solena pudo haber causado la epidemia?
— ¿Me preguntas eso a mí, una bruja? –Preguntó Zero alegremente.
Me encogí de hombros y contesté.
—No hay nadie más aquí para preguntarle.
—… Entonces, mercenario, ¿A partir de ahora vas a preguntarme sobre cualquier tipo de cosas?
—Si me dices que me callé, eso haré.
—No, esa no es mi intención. –Zero negó con la cabeza. Se levantó del rincón de la habitación y se sentó junto a mí, haciendo un sonido de *thump*. Sentada a mi lado, apoyó la espalda en mi hombro y se abrazó las rodillas.
—Estoy feliz, mercenario. Hablando contigo de esta forma, no hay nada más que pueda hacer que ser feliz. Tú preguntas, yo respondo. De esta forma, cada uno aprende más sobre el otro. Si tuvieras a alguien más que resolviera tus dudas, yo… me sentiría muy sola…
[Hermit: Zero best waifu. #NoTePreocupesPorLaONUYDaleAmorALaLoli <3]
No dije nada, pero silenciosamente mastique mi trozo de fruta. Zero hizo lo mismo.
—Hey, ¿Por qué te quedas callada? Date prisa y contesta.
— ¿Hm?
—La pregunta, creo haberte hecho una pregunta.
—Ah. –Sonrió Zero. —Entonces no tengo más opción que contestarla. La probabilidad de que Solana fuera la causante, es muy baja.
— ¿Qué te hace pensar eso?
—Porque, haciendo eso, ella no ganaba nada.
Agachando la cabeza, Zero chupo el jugo que soltó la fruta en sus dedos.
—Los hechizos de epidemias, son rudimentarios. Aunque una bruja principiante quiera probarlo, no es algo que las brujas del Canto Lunar harían. Especialmente, desde que eso te pondría como un blanco en la caza de brujas.
—…Así que ¿estás diciendo que cuando las brujas causan plaga, sólo lo están probando?
—Si no es una petición, entonces sí. Además de lo que se ha dicho hasta ahora, una bruja que establece buenas relaciones con los humanos cercanos, a menudo recibe ropa y comida por sus adivinaciones. Por eso, si un pueblo es devastado por las plagas, no sacarían ningún beneficio.
Hmm. Hay historias sobre ciudades atestadas de ladrones, que por el contrario son seguras. A los lugares con brujas se les podría decir lo mismo.
—Yo no digo que las brujas sean amables. Únicamente buscan el mejor resultado posible para ellas. Sin embargo, dicho eso, la posibilidad de que una bruja del Canto Lunar provoque alguna catástrofe es muy ínfima.
Si asumimos eso, entonces los humanos realmente quemaron, por error, a la misma bruja que los había estado protegiendo. Justo en el momento de la peste, ella estaba practicando sus hechizos. Esa era su única base lógica.
…Había pasado por experiencias similares. Fui acusado falsamente de homicidio y violación tan solo por ser un caído, siendo expulsado de la ciudad. Cosas como esa me eran frecuentes.
Asumiendo que Solena había sido asesinada por los vecinos del pueblo que se había propuesto salvar, no era difícil imaginarse la ira y la tristeza que provoco eso. Así que era comprensible que las brujas estuvieran llenas de rabia y destruyeran el pueblo.
…Si eso era cierto, entonces eran los humanos los que habían iniciado la guerra.
—Incluso entre brujas, hay diversidad, mercenarios. Hay brujas que dañan a los humanos, y otras que trabajan para el bien de todos.
Las había estado prejuzgando. Pensaba que todas las brujas eran malvadas, que no dejaron ni un sobreviviente de sus malas acciones.
*¡Achoo!* Un estornudo sonó fuera de la puerta. Albus entró en la habitación, temblando de frío. Por la mirada desagradable de su rostro, me di cuenta de que había estado espiando.
Pero no lo amoneste por ello. No, en su lugar–
—Lo siento por aquello, insultándoos y todo eso…
Albus se quedó con los ojos abiertos de par en par por la sorpresa, y frunció el ceño obstinadamente. Pero era un intento de ocultar su expresión de asombro.
—Bueno, los idiotas tienen malentendidos todo el tiempo, y soy muy generoso, así que te la dejare pasar esta vez. Para la próxima, piensa antes de hablar ¿Entendido?
Sentí ganas de golpearlo por un momento, pero decidí perdonarlo esta vez con la intención de terminar mi disculpa.


1.- Básicamente, antepone lo útil y práctico a todo lo demás.

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